viernes, 3 de junio de 2016
UN DÍA HABRÁ UNA ISLA QUE NO SEA SILENCIO AMORDAZADO (poema)
Poeta esencial de las letras canarias en el siglo XX, (Vallehermoso, La Gomera, 1905; Santa Cruz de Tenerife, 1981) miembro del grupo tinerfeño de Gaceta de Arte, es poeta del mar, un mar metafísico y sufriente, existencial y cautivo. Detenido el 18 de julio de 1936, fue enviado a La Isleta, en la ciudad de Las Palmas, y luego deportado a Villa Cisneros, Sáhara Occidental. Protagoniza una espectacular fuga en el barco Viera y Clavijo, con el que llega a Dákar, de ahí a Marsella y a Andalucía, para ser protagonista en el frente de guerra republicano. Conoce a Matilde Torres, su enfermera, y posteriormente su mujer. Su libro “La esperanza me mantiene” registra el paso del lirismo vanguardista al realismo social, según señaló en su momento Pérez Minik. El título lo extrae García Cabrera de una copla popular que había escuchado, de niño, muchas veces, en La Gomera y se mantenía, acosándolo, en su memoria, según propia confesión. Domingo Pérez ha dicho que en esta copla se resume "toda la condición geográfica y metafísica del hombre insular".
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Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado.
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